La Plenitud de Cristo!!

Otra de las herejías de la iglesia, antes de que todo fuera creado, Dios ya existía. Resplandecía en su propia gloria. Dios hace la creación y la creación esta en Dios. Todo lo que ocurría en Dios estaba dirigida por una mente divina que expresaba el supremo bien. El hombre elige su propia gloria, en vez de la gloria de Dios, y es destituido de esa gloria. Ahora, el hombre ya no está en Dios. Dios está con el hombre, está con su pueblo, pero ya no está en Dios. En el antiguo pacto, Dios estaba con su pueblo, pero no estaba en su pueblo. No estaba en el hombre. La solución que Dios propone a un hombre destituido de la gloria de Dios, es incluirnos en ÉL. La manera que Dios obra en el antiguo pacto es completamente distinta a la forma que actúa en el nuevo pacto. Nosotros somos ministros. Debemos ser ministros competentes del nuevo pacto. Y esto es tremendo, porque cuando Cristo murió y resucitó, ¡¡todo cambio!! 

Si hoy estuviera David y Goliat, David debería de poner la otra mejía. Todo ha cambiado completamente. Moisés dijo, "Ojo por ojo y diente por diente" mas yo le digo "Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, oren por los que les roban, pongan la otra mejía, caminen la segunda milla. Para que sean hijos de vuestro Padre que esta en los cielos." Todo ha cambiado. Absolutamente todo. Cuando uno mira a David, Elias, Eliseo, etc., etc., etc., y hablan del Dios de Elias, de Eliseo; nosotros no somos David, no somos Eliseo, no somos Elias, somos CRISTO. En Cristo, no hay ni judío, ni griego, ni bárbaro, ni incircunciso, ni varón, ni mujer. En Cristo, Él está en todos, y estamos completos en Él. En la plenitud de Aquél que lo llena en todo. Es un punto fundamental, porque se predica un evangelio que trae las enseñanzas del antiguo pacto al nuevo. Que si Cristo nunca hubiese muerto y resucitado, y eso es un problema tremendo, porque ya no hay iluminados. Ya no hay ungidos. El ungido del nuevo pacto es Cristo. O sea que el que tiene a Cristo, tiene la unción del ungido, la unción del santo que es Cristo en nosotros, y estamos completos en Él. 

En Él nos fueron dadas todas las cosas. Este es un punto fundamental. Lo mejor no está por venir. Lo mejor ya vino, y está en nosotros y estamos completos. El evangelio no se comunica en necesidad, se comunica en plenitud, porque en Cristo, nos fueron dadas todas las cosas. Entonces, este es el punto. Entonces, (ejemplo) si tu tienes que venir a mi o venir al culto para recibir lo que Dios tiene para tu vida, yo pongo una zanahoria delante de ti y te digo, "Tu tienes que venir para que te ocurra esto!! Para que recibas bendiciones." Cuando en el nuevo pacto, todas las bendiciones nos fueron dadas en Cristo. Y las bendiciones son espirituales y actúan en regiones celestiales, y todas las promesas en Cristo son si y son un amen. Quiere decir que en el antiguo pacto, Dios dispensaba "Tu haces esto. Entonces, te doy esto." Pero en Cristo, Dios agarra todo y nos lo dá en su Hijo. ¿Que quiere decir eso? Dios no nos dió vida. Dios no nos otorga el perdón. Dios no nos dá gozo. Dios no nos dá redención. NO, nos dió a su hijo, donde está la salvación, la redención, el gozo, el perdón. Nos dió a su HIJO. Donde está todo. Yo no tengo que esperar ninguna bendición. No somos gente esperando la bendición. Vivimos en el curso de la bendición y en el curso de las promesas que Dios administra conforme a su propósito, para modelarnos a la imagen de su Hijo. Pero somos personas completas en Él. Si yo logro creer que tu tienes que venir a mi para recibir algo de parte de Dios, ¡¡yo te estaría manipulando...!! (Fabian Liendo)


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